En el mundo del whisky hay muchas leyendas. Algunas hablan de barricas centenarias, otras de destiladores visionarios o recetas secretas que pasan de generación en generación. Pero hay una historia que no tiene que ver con humanos ni con recetas, sino con una gata. Una cazadora silenciosa que protegió durante más de dos décadas los granos más preciados de Escocia. Esta es la historia de Towser, la única gata con un récord mundial en la industria del whisky.
🏰 Glenturret: una destilería con historia (y con ratones)
Para entender por qué Towser se convirtió en una leyenda, hay que comenzar por su hogar: la destilería Glenturret, ubicada en Crieff, Escocia. Fundada en 1775, Glenturret es una de las destilerías en funcionamiento más antiguas del país y, como muchas otras, enfrenta un enemigo silencioso pero voraz: los ratones.
En las destilerías tradicionales se almacenan toneladas de granos, cebadas malteadas y restos dulces que, antes de la modernización, eran un paraíso para los roedores. Estos no solo dañaban las reservas, sino que también comprometían la higiene, la seguridad y, por supuesto, el valor del producto. Y aquí es donde entraban en escena los gatos.
🐾 Una gata con propósito: nace Towser
Towser nació en abril de 1963 y fue adoptada por la destilería como “gato oficial” del lugar. Era una gata de pelaje tortoiseshell (marmoleado de negro, café y beige), con una actitud tranquila pero mirada asesina. Desde su primer día se ganó el respeto de los trabajadores de Glenturret por su instinto cazador. Lo que nadie sabía en ese momento era que no estaban ante una buena cazadora… estaban ante una futura leyenda.
Towser no cazaba por juego ni por curiosidad. Lo hacía con disciplina. Día tras día, recorría cada rincón de la destilería: pasillos, bodegas, oficinas, rincones oscuros, sacos de grano, entre las barricas… nada escapaba a su olfato.
📈 28.899 ratones. No es un chiste, es un récord Guinness.
Durante 24 años de servicio, se calcula que Towser cazó nada menos que 28.899 ratones. Esto equivale a más de tres ratones por día.
¿Cómo lo sabemos? Los trabajadores de Glenturret mantuvieron un registro informal, y tras su muerte en 1987, el récord fue reconocido oficialmente por el Libro Guinness de los Récords. Hasta hoy, Towser es el gato con más ratones cazados documentadamente en la historia.
No existen fotos suyas en acción, pero su historia ha sido difundida en libros, medios locales, revistas de whisky y hasta en merchandising oficial de la destilería.
🗿 Estatua, medallas y un legado felino
Tras su muerte, la destilería erigió una estatua en su honor en los jardines de Glenturret, donde puede verse a una Towser esculpida con elegancia, sentada con la cabeza en alto, como toda una guardiana escocesa. La base de la estatua lleva su nombre y una placa que celebra su hazaña.
Desde entonces, otros gatos han ocupado su lugar como “ratoneros oficiales” de la destilería, pero ninguno ha alcanzado su fama. Ni su eficiencia.
🥃 ¿Por qué es importante esta historia?
Porque el whisky no es solo un destilado fino, es una cultura construida sobre tiempo, paciencia y cuidado. Y Towser representa esa idea a la perfección. Su historia es la prueba de que hay héroes invisibles detrás de cada botella: desde los agricultores que cultivan la cebada hasta los gatos que la protegían antes de que existieran trampas electrónicas.
Además, el relato de Towser humaniza (o más bien, «feliniza») la historia del whisky. Nos recuerda que las grandes leyendas también pueden tener bigotes y cuatro patas.
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🍻 Un brindis final por Towser
La próxima vez que sirvas un vaso de whisky, haz una pausa antes de beberlo. Mira el color ámbar, huele su carácter… y brinda por esa gata escocesa que cuidó durante años el alma de muchas barricas.
Por Towser. Por el whisky. ¡Salud!